Los legisladores de cada sector del peronismo votaron enfrentados. ¿Duelo entre un Federal y un K?
Chaco padece inundaciones pero la política arde. El miércoles, al filo del atardecer, el gobernador Domingo Peppo consiguió que la Legislatura suspenda, por un año, las primarias provinciales. Usó un argumento económico: hacerlas tendría un costo de entre 250 y 300 millones de pesos, en gran parte por el voto electrónico que se calcula en 6 dólares cada sufragio.
Pero detrás del planteo financiero, en medio de una crisis económica que romper las fronteras internas, hay una disputa de poder: Peppo convive en la provincia con Jorge Capitanich, su antecesor, intendente de Resistencia, la capital provincial y uno de los dirigentes de más y mejor vínculo con Cristina Kirchner.
Luego de la votación, entre críticas aireadas de los legisladores de Capitanich a Peppo, se instaló un clima de estallido y ganó fuerza una hipótesis que, hasta ahora, parecía solo imaginaria: que los dos jefes del PJ se enfrenten por el mismo cargo, la gobernación.
«Se tensó todo. Hay que volver a hablar. Pero todo puede ocurrir» confió a Clarín una fuente de primer nivel de la provincia. ¿Qué puede ocurrir? Que haya una interna partidaria entre Peppo y Capitanich, o que estos compitan por partidos diferentes en la general, lo que abre la posibilidad de una derrota del peronismo ante un Cambiemos desdibujado que, sin la fractura, no parece tener ninguna chance.
Con la suspensión de las PASO, que Peppo logró en acuerdo con el clan Martínez -el tercer actor de poder en el PJ chaqueño- y con votos de la UCR, el gobernador gana tiempo y puede dilatar la definición sobre cuándo será la elección provincial.
CLARÍN.