El gobierno de Estados Unidos elevó su presión diplomática sobre Europa. Donald Trump pidió a los países de la OTAN y a sus socios estratégicos suspender de manera definitiva la importación de crudo ruso como condición indispensable para avanzar con nuevas sanciones contra el Kremlin.
Durante una declaración en Nueva Jersey, el mandatario norteamericano fue categórico: “Europa sigue comprándole petróleo a Rusia. No quiero que lo hagan. Las sanciones actuales no son lo suficientemente duras”, afirmó. Según adelantó, Washington no sumará más restricciones si algunos aliados mantienen el flujo energético desde Moscú.
El planteo fue reforzado en una carta enviada a la OTAN, en la que Trump dejó claro que solo impondrá medidas adicionales contra Rusia cuando los aliados interrumpan de manera total la compra de hidrocarburos.
La advertencia apunta principalmente a Turquía, Hungría y Eslovaquia, que todavía sostienen vínculos comerciales con Moscú en materia energética, a pesar de que gran parte de Europa interrumpió esas operaciones tras la invasión a Ucrania en 2022.
El pedido de Trump se produce tras un grave incidente en Polonia: 19 drones rusos fueron derribados en su espacio aéreo, lo que incrementó los temores de que el conflicto se extienda más allá de Ucrania. Este hecho reavivó el debate sobre el nivel de compromiso de la OTAN y la necesidad de sanciones más severas.
El mandatario estadounidense también volvió a expresar su frustración por la falta de avances en el frente diplomático. En agosto pasado, se reunió con Vladimir Putin en Alaska, pero el encuentro concluyó sin progresos significativos.
En paralelo, el jefe de Estado norteamericano instó a los países aliados a considerar aranceles de hasta el 100% sobre productos chinos, con el objetivo de que Beijing utilice su influencia sobre Moscú para facilitar el fin de la guerra. La propuesta busca redoblar la presión internacional mediante una estrategia coordinada entre Washington, el G7 y el G20.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, respaldó el pedido de sanciones más estrictas. Recordó que el petróleo y el gas representan una de las principales fuentes de financiamiento de la ofensiva rusa y pidió acciones concretas para frenar la maquinaria bélica de Putin.
“El comercio energético sostiene el presupuesto de guerra de Rusia. Por eso necesitamos sanciones contra las terminales, navieras, aseguradoras y operadores que hacen posible estas exportaciones”, subrayó.
Zelensky también advirtió que los ataques rusos en Polonia muestran que la amenaza ya no es solo para Ucrania, sino para toda Europa.
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