Cuatro personas fueron asesinadas por un sujeto armado que ingresó a un edificio en el distrito de Manhattan. El atacante luego se quitó la vida, según la presunción de la Policía de Nueva York. Además, hirió a otras seis víctimas.
El hecho ocurrió en un edificio de oficinas ubicado en el número 345 de Park Avenue, en la intersección con la calle 52 Este, una zona neurálgica y altamente transitada de Nueva York. El tiroteo causó un fuerte impacto en la opinión pública, particularmente por haberse producido en una de las zonas más prestigiosas y seguras de Manhattan.
Las autoridades identificaron al atacante como Shane Tamura, un joven de 27 años que fue una estrella del fútbol americano en su secundaria, aunque su historia posterior aún está bajo investigación. Dos personas más fueron arrestadas en el marco del operativo, aunque no se ha informado aún cuál sería su vinculación directa con el hecho.
La policía identificó a una de las víctimas fatales como Didarul Islam, un oficial de 36 años que estaba fuera de servicio y se encontraba trabajando como seguridad privada en el edificio, una práctica común y permitida para los miembros de la fuerza.
Islam, inmigrante originario de Bangladesh y nacionalizado estadounidense, formaba parte del cuerpo de la fuerza neoyorkina desde hacía cuatro años. Deja a su esposa embarazada y dos hijos.
Según voceros policiales, el tirador abrió fuego en la entrada del rascacielos, hiriendo a dos personas, entre ellas al oficial Islam. Posteriormente, el atacante ingresó al inmueble y se atrincheró en el piso 33, donde finalmente fue hallado muerto, con una herida autoinfligida.
El edificio, que alberga las sedes de la NFL (National Football League) y firmas financieras como Blackstone y KPMG, fue parcialmente evacuado y puesto en lockdown durante cerca de una hora mientras equipos tácticos del NYPD y del FBI aseguraban la zona.
“La situación está contenida. El atacante ya no representa una amenaza”, expresó en conferencia la comisionada del NYPD, Jessica Tisch. El alcalde Eric Adams pidió evitar el área mientras avanza la investigación y destacó la valentía del oficial caído.
Aunque todavía no hay una hipótesis confirmada sobre el móvil del ataque, las autoridades sostienen que podría tratarse de un acto aislado y no vinculado a ninguna organización criminal o terrorista.
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