El procedimiento tuvo lugar en un baldío ubicado sobre calle San Roque al 900, donde los agentes secuestraron un televisor LED de 43 pulgadas, un equipo de música con parlantes, una CPU con monitor, una cocina y una cámara de fotos. Según se informó, los objetos habían sido trasladados hasta ese lugar por personas que escaparon al advertir la presencia policial.
Tras las verificaciones, se confirmó que todos los elementos correspondían a un robo denunciado el pasado 11 de diciembre. Por disposición de la Fiscalía en turno, las pertenencias fueron restituidas a su propietario bajo acta de reconocimiento y entrega.
La investigación continúa para identificar a los responsables del hecho.
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