La paliza electoral que sufrió el pasado domingo en la provincia de Buenos Aires, con una diferencia de casi 14 puntos a favor del peronismo, dejó al gobierno nacional contra las cuerdas. Javier Milei intenta ahora reacomodar su tablero político y económico para encarar el tramo decisivo hacia las elecciones legislativas nacionales, del 26 de octubre.
Este lunes, el Presidente hablará por Cadena Nacional para presentar el Presupuesto. La jugada apunta a recuperar centralidad y mostrar iniciativa después del golpe bonaerense.
No se descartan anuncios en materia de discapacidad, un área donde la oposición lo acusa de frenar la aplicación de la ley aprobada en julio.
Autocrítica e internas
Dentro de la Casa Rosada, hubo autocrítica. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, admitió que “nacionalizar” la elección bonaerense fue un error. Mientras, el flamante ministro del Interior, Lisandro Catalán, busca tender puentes con gobernadores cada vez más distantes, molestos por la falta de obras y fondos.
En paralelo, el oficialismo lanzó una nueva campaña de spots en redes, con un mensaje que busca reavivar la épica libertaria: “La Libertad Avanza o la Argentina retrocede”. El objetivo es movilizar a su base y reducir el impacto del revés en el principal distrito electoral del país.
Economía en revisión y presión opositora
El Gobierno flexibilizó su plan monetario: bajó tasas y permitió que el dólar se deslice hacia el techo de la banda cambiaria. La apuesta es reactivar una economía que se contrajo 2,5% desde febrero, sin perder el control de la inflación ni desatar otra corrida cambiaria.
La presión legislativa también crece. La oposición reclama que Milei reglamente de inmediato la Ley de Discapacidad, que establece nuevas prestaciones y beneficios, y advierte sobre un costo fiscal que el Ejecutivo prefiere demorar.
Con internas expuestas entre Karina Milei, Santiago Caputo y referentes provinciales, y un vínculo tenso con los gobernadores, Milei se aferra a la idea de mostrar fortaleza.
Apuesta a relanzar la gestión y sostener el rumbo económico en un contexto político adverso. El desafío es transformar la derrota en Buenos Aires en un punto de inflexión antes de las urnas de octubre.
