El Fondo Monetario Internacional (FMI) decidió mantener silencio público tras la derrota electoral de Javier Milei frente a Axel Kicillof, y solo se pronunciará de manera técnica cuando el ministro de Economía, Luis Caputo, anuncie medidas para contener la tensión en los mercados.
En el organismo multilateral impactó la victoria del peronismo, al punto de que ya se evalúa cómo podría afectar el cumplimiento de la meta de acumulación de reservas, un objetivo que Argentina viene incumpliendo y que fue revisado en julio.
Todas las decisiones económicas recientes –desde la suba de tasas hasta los cambios en los encajes bancarios– estuvieron alineadas con las recomendaciones del Fondo. Sin embargo, si Caputo utiliza las reservas del Banco Central para frenar la presión cambiaria, la crítica del FMI apuntará precisamente al incumplimiento de la meta de reservas. En ese escenario, el equipo económico debería volver a solicitar un waiver en marzo de 2026.
Con el riesgo país por encima de los 1.000 puntos y vencimientos de deuda inminentes, no hay margen para acceder a financiamiento externo, por lo que el Gobierno se ve forzado a usar reservas y evitar un default. El problema, reconocen en Washington, es que un eventual triunfo del kirchnerismo en octubre implicaría desconocer el actual programa con el FMI.
La postura oficial del Fondo recién se conocerá este jueves, cuando Julie Kozack, vocera del organismo, enfrente a la prensa en Washington. Kozack, que ya negoció con Martín Guzmán durante el gobierno de Alberto Fernández, se limitaría a recordar que las elecciones son un hecho político interno de cada país, y que la evaluación técnica llegará cuando Caputo anuncie medidas concretas.
Más allá del silencio público, el contexto político condiciona la relación. Milei se comprometió a impulsar reformas laborales, jubilatorias y tributarias que difícilmente tengan aprobación en el Congreso si el peronismo consolida su poder en las legislativas. Esa incertidumbre complica las proyecciones.
En octubre, Caputo y Kristalina Georgieva volverán a verse en la reunión anual del FMI y el Banco Mundial, apenas diez días antes de las elecciones de medio término en la Argentina. Allí también se espera un acercamiento con el Tesoro de Estados Unidos, clave para destrabar fondos prometidos por el financista Scott Bessent.
La predisposición del Fondo a seguir respaldando a Milei está directamente vinculada al apoyo de Donald Trump, que lo considera su principal aliado regional. Incluso, no se descarta un contacto informal entre Milei y el expresidente norteamericano en la Asamblea General de la ONU, con el objetivo de ratificar la alianza estratégica entre Buenos Aires y Washington.
