El Gobierno nacional acelerará las negociaciones políticas con vistas al armado del paquete de reformas y del Presupuesto 2026, en un clima de creciente hermetismo y tensión interna por las filtraciones. En este marco, el Ministerio del Interior convocó a una nueva reunión en el Salón de los Escudos, donde convergerán los integrantes del Consejo de Mayo.
Del encuentro participarán Federico Sturzenegger por el Ejecutivo; el gobernador mendocino Alfredo Cornejo en representación de las provincias; Carolina Losada por el Senado; Cristian Ritondo por Diputados; Gerardo Martínez por la UOCRA; y Martín Rappallini por la UIA.
El ministro del Interior, Diego Santilli, aparece como pieza central en el armado del diálogo con los gobernadores, donde se irá definiendo el alcance de las reformas que podrían tratarse en futuras rondas de negociación. En la Casa Rosada admiten preocupación por las filtraciones de las últimas semanas, al punto de haber evaluado la suspensión de próximos encuentros.
Hasta la tarde del martes, los consejeros no habían recibido los borradores finales prometidos y solo se hablaba, de manera imprecisa, de una entrega “entre el martes y el miércoles”. Un funcionario de la Casa Rosada reconoció que la versión definitiva de la reforma aún no estaba cerrada y que persistían trabajos pendientes sobre el texto.
En paralelo, el asesor presidencial Santiago Caputo mantuvo su reunión semanal con Luis Caputo (Economía), Julio Cordero (Trabajo), Juan Pazo (ARCA), Carlos Guberman (Hacienda) y el propio Sturzenegger para avanzar en los aspectos técnicos, aunque esas instancias también se vieron atravesadas por la difusión de información en los medios.
En el cronograma político-legislativo que se traza desde Balcarce 50, el Gobierno busca que en diciembre se aborden el Presupuesto 2026 y la reforma de la Ley de Glaciares, mientras que otros cambios de mayor alcance —como la reforma del Código Penal, la impositiva y la penal— quedarían postergados para febrero.
La definición de contenidos y tiempos dependerá, en buena medida, de lo que se acuerde en estas mesas de negociación, donde el margen de maniobra del Ejecutivo se ve condicionado por la necesidad de sumar apoyos y contener las tensiones internas.