Entre este lunes y el próximo 14 de octubre se irán conociendo los ganadores en las categorías de Medicina o Fisiología, Química, Física, Literatura, de la Paz y Economía, con hasta tres laureados posibles en cada una de ellas
Los premios Nobel reconocerán de nuevo la excelencia científica e intelectual con la tradicional ronda de ganadores de los centenarios galardones en seis categorías.
Entre este lunes y el próximo día 14 se irán conociendo, por este orden, los ganadores en las categorías de Medicina o Fisiología, Química, Física, Literatura, de la Paz y Economía, con hasta tres laureados posibles en cada una de ellas.
El de Economía es el único premio no establecido por el creador de los galardones, el magnate sueco Alfred Nobel (1833-1896), sino por el Banco de Suecia, coincidiendo en 1968 con los 300 años de su creación.
Nobel acumuló una fortuna considerable gracias a sus inventos, por encima de todos, la dinamita, que le reportó grandes ganancias pero también le generó problemas éticos.
Atormentado por las consecuencias del uso de la dinamita en la guerra e influido por la baronesa Berta von Suttner (premiada luego con el premio de la Paz en 1905), Alfred Nobel decidió legar su fortuna para recompensar a los bienhechores de la humanidad.
En su testamento, Nobel dispuso que su fortuna se invirtiera en valores mobiliarios y seguros, y que los intereses se dividieran en cinco partes iguales, que habrían de destinarse a premiar a personalidades en otros tantos campos, sin atender a nacionalidad.
Los bienes del industrial sueco estaban repartidos por Europa, lo que provocó serios problemas, pero finalmente en 1900 el rey Óscar II de Suecia promulgó los estatutos de la Fundación Nobel.
Por deseo expreso del propio Nobel, se decidió que el premio de la Paz no se fallara y entregara en Estocolmo, sino en Oslo, ya que Noruega formaba parte del Reino de Suecia en su época.
El proceso de elección es el mismo en todas las categorías: científicos, académicos y profesores universitarios presentan las candidaturas y los distintos comités Nobel establecen varias cribas para elegir al ganador o ganadores, hasta tres por premio.
Y todos tienen la misma dotación económica, este año de 11 millones de coronas suecas (968.000 euros, 1,1 millones de dólares).
Los premios pueden quedar desiertos, algo que ha ocurrido en 49 ocasiones, pero desde 1974 no pueden concederse a título póstumo, a no ser que el galardonado muera en el período transcurrido entre la concesión y la entrega del mismo.
Dos personas han rechazado voluntariamente un premio: el escritor francés Jean Paul Sartre, el de Literatura, en 1964; y el político vietnamita Le Duc Tho, el de la Paz, en 1973.
Y ha habido cuatro casos de rechazo forzado por sus gobiernos, el más conocido, el de Borís Pasternak, al que las autoridades soviéticas obligaron en 1958 a no aceptar el de Literatura.
Los premios Nobel reconocerán de nuevo la excelencia científica e intelectual con la tradicional ronda de ganadores de los centenarios galardones en seis categorías.
Entre este lunes y el próximo día 14 se irán conociendo, por este orden, los ganadores en las categorías de Medicina o Fisiología, Química, Física, Literatura, de la Paz y Economía, con hasta tres laureados posibles en cada una de ellas.
El de Economía es el único premio no establecido por el creador de los galardones, el magnate sueco Alfred Nobel (1833-1896), sino por el Banco de Suecia, coincidiendo en 1968 con los 300 años de su creación.
Nobel acumuló una fortuna considerable gracias a sus inventos, por encima de todos, la dinamita, que le reportó grandes ganancias pero también le generó problemas éticos.
Atormentado por las consecuencias del uso de la dinamita en la guerra e influido por la baronesa Berta von Suttner (premiada luego con el premio de la Paz en 1905), Alfred Nobel decidió legar su fortuna para recompensar a los bienhechores de la humanidad.
En su testamento, Nobel dispuso que su fortuna se invirtiera en valores mobiliarios y seguros, y que los intereses se dividieran en cinco partes iguales, que habrían de destinarse a premiar a personalidades en otros tantos campos, sin atender a nacionalidad.
Los bienes del industrial sueco estaban repartidos por Europa, lo que provocó serios problemas, pero finalmente en 1900 el rey Óscar II de Suecia promulgó los estatutos de la Fundación Nobel.
Por deseo expreso del propio Nobel, se decidió que el premio de la Paz no se fallara y entregara en Estocolmo, sino en Oslo, ya que Noruega formaba parte del Reino de Suecia en su época.
El proceso de elección es el mismo en todas las categorías: científicos, académicos y profesores universitarios presentan las candidaturas y los distintos comités Nobel establecen varias cribas para elegir al ganador o ganadores, hasta tres por premio.
Y todos tienen la misma dotación económica, este año de 11 millones de coronas suecas (968.000 euros, 1,1 millones de dólares).
Los premios pueden quedar desiertos, algo que ha ocurrido en 49 ocasiones, pero desde 1974 no pueden concederse a título póstumo, a no ser que el galardonado muera en el período transcurrido entre la concesión y la entrega del mismo.
Dos personas han rechazado voluntariamente un premio: el escritor francés Jean Paul Sartre, el de Literatura, en 1964; y el político vietnamita Le Duc Tho, el de la Paz, en 1973.
Y ha habido cuatro casos de rechazo forzado por sus gobiernos, el más conocido, el de Borís Pasternak, al que las autoridades soviéticas obligaron en 1958 a no aceptar el de Literatura.