El precio de la garrafa social vuelve a aumentar otro 24%

A partir de este viernes 1º de febrero el gas envasado en cilindros -de 10 a 45 kilos- registrará un nuevo aumento en los costos para los usuarios.

El tubo de 10 kilos pasará de $ 216 a $ 267,70, lo que supone un aumento de 23,93%. El incremento de la garrafa social de gas fue anunciado por una resolución de la Secretaría de Gobierno de Energía, del Ministerio de Hacienda (Nº 15 de este año) y fue publicada recientemente en el boletín oficial. 

En la cadena productiva los costos del envasado de una garrafa de 10 kilos tienen sus propias lógicas: de los $160,28 que implican para un fraccionador el precio se eleva a $ 240,97 para un distribuidor, hasta llegar a los $ 267,70 que pagará un consumidor final.

La distancia con los valores de hace un año marca incrementos superiores al 100%.

Un usuario registra haber pagado $130 en un almacén de barrio en febrero de 2018. Y un vendedor asegura que en la puerta de una distribuidora podía adquirirse a $97 en enero de ese mismo año en contraste con los $220 que se paga en la actualidad por el mismo producto y condiciones.

El servicio a domicilio siempre tiene un plus y lo que hace un mes costaba $330, hoy se puede pagar hasta unos $390. Este último costo aún sin el aumento que regirá a partir del viernes.

PRIMERAS REACCIONES

‘Por más que cuides o intentes que dure un mes, el gas se usa igual y la gente no puede consumir menos‘, se queja Fabián, un comprador que estaba de paso en un mercadito por avenida Chaco.

Por la misma avenida, Braulio Frutos coincide: ‘Es una barbaridad lo que subió. Si sube más la gente va a hacer fuego si ya con este precio hay algunos clientes que lloran‘.

El hombre vende la garrafa de diez a $290, un precio que se mantuvo en la última reposición, hace cuatro días. Aunque su stock es limitado -como mucho vende unas 18 al mes- él lo carga en su vehículo porque si le traen el pedido el servicio se encarece bastante.

En octubre empezó con un modesto emprendimiento y en el mismo local donde administraba una hamburguesería, por problemas familiares cambió para vender algo de verdura, fruta y otros productos de primera necesidad.

‘Está imposible, un día comprás algo y al día siguiente ya aumentó‘, comparte Braulio desde su esquina en el barrio Güiraldes.

DIVERSOS REQUERIMIENTOS

Una segunda fuente, que comercializa garrafas de Amarilla Gas, explica que como los precios de la firma con la que trabaja son algo más caros que Gas Argentino, hay públicos distintos y con demandas también diferentes. ‘En este rubro la crisis no golpeó tanto como en otros, tenemos baja de consumo por temporada‘, afirma.

En ese punto se detiene para explicar que en verano rinde más el tubo, porque en invierno se condensa y rinde menos. En invierno una cantidad de gas puede rendir un mes y en contraposición la misma carga, con el mismo hábito, en días de calor se puede extender unos 40 a 45 días.

Además sostiene que así como hay personas que acuden a puestos fijos de venta, como los que están por ruta 11 -uno próximo a un hipermercado y otro a una parrilla- o en el ingreso al barrio Güiraldes, otros acuden a una distribuidora oficial que mantiene el precio de la planta envasadora.

DIARIO NORTE.-

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