Bolsonaro, de 66 año "ingresó al Hospital Vila Nova Star, en Sao Paulo, para realizarse exámenes" y "se encuentra bien", informó el servicio de prensa del Palacio de Planalto. La Presidencia dijo que divulgará nuevas informaciones "después de la actualización del boletín médico".
El hospital añadió en un boletín que el mandatario padece "un cuadro de suboclusión intestinal" y que se encuentra "estable, en tratamiento". Bolsonaro "será evaluado a lo largo de esta mañana" y de momento "no tiene previsión de alta", precisó el equipo médico.
El presidente brasileño arribó al hospital paulista poco antes de las 2 de la madrugada de este lunes. Así lo confirmó a la CNN el cirujano Antônio Luiz Macedo, quien atiende a Bolsonaro desde que fue apuñalado en septiembre de 2018. Macedo adelantó que se sospechaba que Bolsonaro sufría de una nueva obstrucción intestinal.
Un cuadro que se repite
En julio del año pasado, los medios brasileños dieron la misma noticia: Bolsonaro era trasladado a San Pablo para analizar una posible obstrucción intestinal. En aquel momento, el desencadenante había sido un persistente hipo que le provocaba dolores instentinales. Se lo trasladó al Hospital Militar, pero luego continuó la recuperación en el mismo hospital en el que se encuentra este lunes.
Los problemas intestinales del jefe de Estado brasileño se relacionan al atentado que sufrió durante la campaña presidencial de 2018, cuando recibió una puñalada durante un recorrida en la ciudad de Juiz de Fora, en el estado de Minas Girais. Desde entonces, el doctor Antonio Macedo, a cargo de las cinco operaciones a las que fue somentido posteriormente, es quien se ocupa de monitorear estas internaciones de emergencia.
Bolsonaro también fue internado en septiembre de 2020 para realizarse una cirugía para extraerle un cálculo renal.
Negacionista del coronavirus
Además, el presidente negacionista de la pandemia de Covid-19 dijo dar positivo de coronavirus en noviembre de 2020, cuando desafió los protocolos y habló sin barbijo ante los periodistas en el Palacio de la Alvorado. Casi un año después, tuvo que quedarse aislado por un positivo en la comitiva presidencial que lo acompañó a una payasesca gira por Nueva York para la Asamblea General de la ONU, donde hasta tuvo que comer en la calle por no estar vacunado.
Caída libre en las encuestas
Antes de su internación de esta madrugada, Bolsonaro estaba en medio de las críticas por no cancelar sus vacaciones para visitar la ciudades del estado de Bahía afectadas por graves inundaciones. El ex presidente y máximo candidato para las elecciones de este año, Lula Da Silva, envió un mensaje de fin de año a los afectados y confió en que trabajará para que, a partir de 2022, "todos los brasileños puedan tener una vida digna".
Según sondeos de las consultoras Ipec y Datafolha, Lula, presidente entre 2003 y 2010 por el Partido de los Trabajadores (PT), tiene una intención de voto del 56%, lo que le permitiría ganar inclusive en primera vuelta ante un Jair Bolsonaro en caída libre, que solo suma un apoyo de entre 24% y 29%.