La persona fallecida, que eleva a 27 el total de víctimas fatales desde el inicio de la pandemia, es una mujer de 90 años con otras complicaciones de salud que no pudo recibir respirador ni cuidados intensivos y murió en un hospital de Auckland.
La primera ministra, Jacinda Ardern, lamentó lo ocurrido y recalcó que esta primera muerte desde el 16 de febrero pasado es un "triste recordatorio" de la importancia de las medidas de contención del virus.
El gobierno de la mandataria laborista confinó a los más de cinco millones de habitantes de todo el país el 17 de agosto pasado tras detectarse un caso de transmisión comunitaria y, dos semanas después, decretó el relajamiento de esta medida, con excepción de Auckland, la ciudad más poblada.
Desde entonces, se registraron 782 casos a nivel nacional, precisó la agencia de noticias AFP. El último balance da cuenta de solo 20 nuevos casos positivos, lejos del pico de 84 contagios del pasado fin de semana.
Nueva Zelanda, que es uno de los países desarrollados con la tasa de vacunación más lenta, es mundialmente reconocido por su efectiva gestión de la pandemia que consistió en cerrar sus fronteras y efectuar confinamientos duros y tempranos.