El aroma del pan recién horneado evoca recuerdos de la infancia. Preparar un pan casero al estilo campo es una tradición que combina sencillez, sabor y autenticidad, ideal para quienes desean disfrutar de un pan rústico, con corteza crujiente y miga suave. En esta nota, te compartimos la receta de la abuela para hacer un pan de campo.
Ingredientes básicos: 500 gramos de harina de trigo integral o mezcla de trigo y centeno, 350 ml de agua tibia, 10 gramos de sal, 10 gramos de azúcar o miel (opcional, para dar un toque dulce), 7 gramos de levadura seca activa o 20 gramos de levadura fresca, 2 cucharadas de aceite de oliva (opcional).
Pasos para la preparación:
En un recipiente pequeño, disolver la levadura con el azúcar en el agua tibia y dejar reposar durante 10 minutos hasta que se forme espuma, señal de que la levadura está activa.
En un bol grande, incorporar la harina y la sal. Hacer un hueco en el centro y verter la mezcla de levadura y el aceite de oliva. Comenzar a integrar con una cuchara o con las manos hasta formar una masa.
Trabajar la masa sobre una superficie enharinada durante unos 10 minutos, hasta que esté suave, elástica y no pegajosa. Si es necesario, agregar un poco más de harina.
Colocar la masa en un recipiente engrasado, cubrir con un paño húmedo y dejar reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, o hasta que doble su tamaño.
Desgasificar la masa suavemente y darle forma de bola o alargada, según preferencia. Colocar en una bandeja de horno enharinada o cubierta con papel vegetal.
Dejar reposar la masa formada durante 30-45 minutos para que vuelva a crecer.
Precalentar el horno a 220°C. Antes de introducir el pan, hacer unos cortes en la superficie con un cuchillo afilado para facilitar su expansión. Hornear durante 30-35 minutos o hasta que la corteza esté dorada y crujiente.
Retirar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla. El pan al estilo campo se disfruta mejor en rebanadas gruesas, acompañado de manteca, mermelada o simplemente con un poco de mantequilla.
Este pan casero, con su corteza robusta y miga densa, refleja la sencillez y autenticidad del campo. Además, su preparación permite adaptar ingredientes y sabores según preferencias personales, haciendo de cada hogaza una experiencia única.