Ozempic: los secretos de la droga utilizada para combatir la obesidad y la diabetes

Redacción
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Ozempic, el nombre comercial de la Semaglutida, fue aprobado en Argentina para tratar la diabetes tipo 2 desde 2019. Pero además, su efecto secundario favorable en la pérdida de peso despertó interés en su uso para combatir la obesidad, aunque con dosis específicas que aún no están disponibles en el país.  

Desde 2019, Ozempic, la formulación de Semaglutida, fue aprobado por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) en Argentina para el tratamiento de la diabetes tipo 2. Este medicamento, inyectable y de administración semanal, actúa sobre el páncreas, ayudando a controlar los niveles de azúcar en la sangre.

Además, su acción sobre los receptores cerebrales responsables del hambre y la saciedad mostró efectos positivos en la reducción del peso corporal, lo que lleva al uso en personas con obesidad.

Según la médica endocrinóloga de Corrientes Marianela Ackermann, especialista en obesidad, «Ozempic es el nombre comercial de una dosis de Semaglutida de hasta 1 mg que está aprobada en Argentina y en otros países para el tratamiento de la diabetes tipo 2. Aunque también está aprobado en Argentina para la obesidad, la dosis disponible aquí es la destinada para la diabetes tipo 2», explicó la doctora.

En este sentido, destacó la importancia de aclarar que la dosis de Semaglutida aprobada para la obesidad es de 2.4 mg/semana, comercializada bajo el nombre de Wegovy. Sin embargo, esta formulación aún no está disponible en Argentina, siendo Brasil el único país de Latinoamérica que lo lanzó recientemente al mercado.

El medicamento, al ser un análogo del GLP-1, una hormona liberada en el intestino delgado en respuesta a la ingesta de alimentos, produce un efecto de saciedad que contribuye a la pérdida de peso, con un promedio del 8% del peso corporal en pacientes. Este efecto, combinado con la mejora en los niveles de presión arterial, lípidos en sangre, y la protección cardiovascular y renal, generó un interés significativo en su uso en pacientes con obesidad.

Sin embargo, Ackermann detalló que, aunque su uso es seguro, debe ser prescrito y supervisado por un médico especialista debido a las posibles contraindicaciones y efectos secundarios. «Los efectos adversos más comunes son gastrointestinales, como náuseas, vómitos, diarrea y estreñimiento. Por eso, la dosis debe ser escalonada para reducir estos riesgos», explicó la especialista.

Además, la Semaglutida está contraindicada en personas embarazadas, en periodo de lactancia, y en aquellas con antecedentes personales o familiares de carcinoma medular de tiroides, síndrome de neoplasia endocrina múltiple tipo 2 (MEN 2), o pancreatitis. Es importante destacar que no se trata de una ‘droga para adelgazar’, sino de un tratamiento para una enfermedad crónica compleja, como es la obesidad.

Asimismo, se recalca que el tratamiento de la obesidad debe ser individualizado y realizado por un equipo interdisciplinario. Las guías internacionales recomiendan un enfoque integral que incluye cambios en la alimentación, aumento del ejercicio físico y manejo del estrés y las emociones. Solo en casos donde el Índice de Masa Corporal (IMC) supere 27 con comorbilidades, o 30 sin ellas, se puede considerar el uso de fármacos como la semaglutida.

También aclaró que Ozempic no causa hipoglucemia por sí solo, pero si se combina con insulina u otros hipoglucemiantes orales, es necesario ajustar la dosis para evitar este riesgo.

diario22. ar con información de radio Sudamericana

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